Una panadería japonesa sacó a la venta
una galleta con un diseño muy especial, los dueños se encargaron
de
realizar un pedido muy curioso de una clienta, una galleta en forma de
iPhone. En realidad, el pedido fue un iPod pero debido a una confusión
el resultado final fue un iPhone, el cual le encantó a la clienta y
decidió llevárselo.

Las galletas de Kumiko se
volvieron famosas gracias a que una mujer encargó un par de estas para
su jefe, un economista famoso y para un escritor, quien realizó un libro
acerca de Twitter. Los dos quedaron encantados con estas galletas y luego de un par de Tweets del escritor, la panadería recibió miles de llamadas.
En estos días, Kumiko ha tenido que poner como tope 20 iPhones diarios debido a que se tarda mucho en hacer los decorados. La demanda por estas galletas ha llegado a limites inimaginables para Kumiko.
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